Sobrasada

Conservación

La sobrasada de Mallorca es un embutido crudo curado y, como tal, requiere del contacto constante con el aire para realizar su proceso natural de curación. Por ello, una vez hemos adquirido una pieza, la mejor manera de conservarla es colgada del hilo y libre de cualquier envoltorio.

Al ser un producto vivo, la sobrasada cambia sus propiedades organolépticas con el paso de los meses, por lo que el consumidor final puede decidir el tiempo adicional de curación al que desea someter cada pieza, en función de si su gusto se decanta por la sobrasada poco curada o muy curada.

Los factores ambientales que más afectan al proceso de curación de una sobrasada son la temperatura y la humedad. En el caso de las Sobrasadas Munar, recomendamos una temperatura entre los 6 y los 18ºC y una humedad entre el 70 y el 80%. Siempre que la temperatura exterior no sea excesivamente elevada, es aconsejable mantener la sobrasada fuera del refrigerador y en espacios abiertos donde no incida directamente la luz solar.

Consumo

La manera tradicional de consumir la Sobrasada de Mallorca es untada sobre una rebanada de pan mallorquín. Además, en el caso de las piezas más pequeñas, como es el caso de la longaniza, se consume habitualmente a la brasa.

Además de las formas de consumo tradicional, la sobrasada adquiere unos matices insospechados cuando se combina con sabores dulces. La combinación más conocida es la de la sobrasada con miel o la de azúcar espolvoreado sobre una sobrasada muy curada. La mezcla de sobrasada con higos, uvas o cerezas, es tan obligada para quien quiera adentrarse en el sabor mediterráneo más auténtico, como la unión perfecta que hace con el membrillo.

Finalmente, las posibilidades más remotas de la sobrasada se descubren al usarla como ingrediente en infinidad de recetas que abarcan desde los platos salados a los dulces, sopas, arroces, carnes y pescados.

Patés

Conservación

Para conservar nuestros patés en buen estado y evitar la oxidación del hígado que contienen (ya que no incluyen antioxidantes en su composición), recomendamos que, una vez abierta, se guarde la lata boca abajo, sobre un plato, en el frigorífico. De esta manera se evitará también que el producto se reseque en exceso.

Consumo

Para degustar todos los matices que ofrecen los patés Munar, aconsejamos que se consuman untados sobre tostadas o galletas marineras, típicas de Mallorca. Aunque, sin duda, su mejor acompañante es una rebanada de auténtico pan mallorquín.

El paté Munar Artesano, se puede acompañar, además, de tostaditas con pasas, que le darán un ligero contraste dulce que lo convertirán en una experiencia única.

Consejos

Para poder apreciar los matices que le da cada especia a nuestros patés, recomendamos que se consuman a temperatura ambiente; aunque en los meses más calurosos del año, resultará más agradable al paladar si se deja enfriar durante un tiempo en el refrigerador.

Para conseguir la textura adecuada y mezclar la totalidad de sabores, es conveniente que a la hora de degustar el Paté Munar Artesano, se saque todo el contenido de la lata y se proceda a homogenizarlo por completo con la ayuda de una espátula. Se obtendrá así una mezcla de textura y sabor suave, ideal para untar sobre tostadas calientes.

Finalmente, al respetar todos nuestros patés los sabores propios de las materias con que se elaboran, resultan muy adecuados para su uso como ingrediente o como saborizante en muchas de nuestras recetas de cocina habituales.